A continuación les contaré mi experiencia con las Tarjetas de Crédito.
Resulta que hace ya casi un año, solicité la mía, ya que deseaba tenerla con muchas ansias. Hice todo el papeleo necesario que piden normalmente en el banco para otorgarte una:
·
Carta
de trabajo
·
Completar solicitud
·
Seis meses de servicio en la empresa donde laboras (lo que
en ese momento no tenía)
·
Edad entre 18 y 65 años
Hablé con mi jefe y le explique que me
ayudara por si llamaran del banco para comprobar mis datos le dijera que tenía más
tiempo laborando en la empresa, todo con el fin de que me dieran la tarjeta y
así aumentar mi crédito en el banco y con el fin de vivir la experiencia de ver
que era tener una tarjeta de crédito.
Pasaron los días y pensé que ya no me
iban a tomar en cuenta en el banco para acreditarme la tarjeta, cuando al mes
me llamaron para informarme que me habían aprobado la tarjeta con un monto
mayor (el doble) al que había solicitado, bueno caí en el gancho de aceptarla.
Fui al banco a retirar mi plástico y
estaba loca por estrenarla, Por fin tenía mi tarjeta!!! Lo que había estado
esperando hacia meses!!!
Cuantas veces veía algo que me gustaba
o alguna oferta (aunque no la necesitara) pasaba mi linda “tarjetita mágica”,
como en ese momento le decía.
Desde artículos de belleza, antojitos,
cenas, comidas en restaurantes, ropas, eran mis preferencias al comprar. Cada
vez mas mis consumos eran mayores y mayores. Consumía más de lo que ganaba por
mes.
Prefería pagar todo y no financiar (abonar parte de lo
consumido) ya que cobran intereses en base al monto consumido (sino me
equivoco) Me quedaba sin nada al final de mes, y todo por “quedar bien” con el
banco y no “manchar” mi historial crediticio (que es algo importante por si
quieres pedir algún préstamo en el futuro).
Hasta que mi esposo me despertó y logré reaccionar y darme
cuenta que todo lo que compras con tu tarjeta de crédito, tienes que pagarlo
luego al banco y con intereses!!!
Hoy en día las tarjetas de crédito han resultado ser
tanto el dolor de cabeza como el recurso de última instancia a la hora de
comprar en algún establecimiento, por la facilidad y la comodidad de que no
tienes que andar con efectivo y resulta ser menos peligroso en tanto a la
delincuencia que nos azota en todo el mundo.
Pero las tarjetas
no todo es malo, porque también con ellas compras artículos en ofertas, te
ayudan cuando no tienes efectivo y te “resuelven” problemas inmediatos. El quit
de todo esto es saberlas usar, no excediendo tus
limites y tener claro cuales cosas si son necesarias para ti y cuáles no, y también
no olvidando reducir gastos y ahorrar para el futuro.
Muah besitos
Y tu tienes tarjetas de crédito? Que opinas de
ellas? Te benefician o no?
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